Tras tener que cerrar su librería en 2013 después de 20 años ya que el negocio se volvió económicamente insostenible, en 2015 Luca Santini se convirtió en el primer librero italiano que repartía a domicilio. Le gustaba moverse en bicicleta por la ciudad así que pensó que este vehículo sería un buen medio para hacer los repartos, por lo que añadió una caja de dos metros cuadrados en la parte delantera y así ha llegado hasta a participar en ferias de libros y otros eventos similares.
Es conocido como el «Don Quijote de los libreros» y como él mismo dice, los molinos de viento contra los que lucha son las grandes plataformas de venta online. Asegura que desde su proyecto LibriSottoCasa (Libros a la puerta) puede llegar a repartir su mercancía a sus clientes de los distritos del sur de Milán en menos tiempo que las grandes multinacionales. Sin los descuentos que ciertas páginas ofrecen, pero aportando experiencia, profesionalidad, conocimiento y la costumbre de un buen trato al cliente, como en las librerías de toda la vida.
Ahora se ha unido también al proyecto italiano Bookdealer, en el que libreros italianos juntan sus esfuerzos para ofrecer competencia a los gigantes de venta online y seguir dando el mejor trato a sus clientes acercando el pequeño comercio hasta sus propias casas, algo para lo que aseguran que el cliente está más concienciado actualmente debido a la situación creada por la crisis del coronavirus.