Después de un largo camino, más de seis meses en un recorrido de casi 500 millones de kilómetros, la mayor misión a Marte de la historia por fin aterrizó en su destino ayer sobre las 22:00 (hora española).
Tras los conocidos como «siete minutos de terror» previos al aterrizaje el Perseverance se posó en el cráter Jezero, en el hemisferio norte del planeta y donde, tras las comprobaciones previas, comenzará su tarea para analizar indicios de una posible existencia de vida en Marte y su atmósfera.
De momento lo que sí nos ha dejado han sido sus primeras imágenes del planeta.