Aunque la meteorología no ha acompañado todo lo deseado, anoche pudimos disfrutar de la Superluna rosa, pero ¿sabéis por qué sucede este fenómeno?
Para empezar, lo primero que hay que saber es un poco decepcionante y es que… la luna no se vuelve rosa. Su nombre se debe a que coincide con la fecha en la que florece una planta silvestre llamada Phlox o musgo rosa, originaria de América del Norte. En España en ocasiones se la llama «luna del huevo», porque coincide con la temporada de puesta de huevos de primavera.
Lo siguiente: su tamaño. Se trata de la luna llena pero más grande y brillante de lo habitual. Esto se debe a que la luna se encuentra en un momento llamado perigeo, es decir, en su momento más cercano a la Tierra. El término superluna fue acuñado en 1979 por el astrónomo Richard Nolle.
La de anoche fue la segunda superluna de las 4 que se producirán este año, pero fue especial porque además coincidía con una de las últimas noches de las Líridas.