Parece una creencia popular entre los alumnos que los profesores son entes sin vidas propias ni aficiones ni nada que no tenga que ver con las clases.
Al menos algo así creemos que debió pensar un alumno que le lanzó el siguiente desafío a su profesor: una partida de Call of Duty, si ganaba el alumno obtenía un 10, si ganaba el profesor suspendía el alumno.
Con lo que no debió contar este alumno es con que su profesor Juan Jo Holguín fuese un aficionado de los videojuegos y de las redes sociales y que aceptaría el reto gustosamente. El resultado, publicado en las redes sociales por el profesor es… que hay un alumno que deberá dedicar más tiempo a estudiar y menos a jugar si quiere aprobar su asignatura.