Vivimos en una sociedad en la que parece que estamos obligados a ganar siempre, cuando lo hacemos lo celebramos por todo lo alto pero cuando perdemos… ¡ay! cuando perdemos…
Pues el mismísimo Rafa Nadal ha dado esta semana una lección sobre cómo encajar una victoria y una derrota: no siempre se puede ganar, está claro, no hay que hacer un mundo de eso. Y cuando se pierde hay que saber asumirlo y volver a intentarlo cuando toque.