Pintar con tiza en el suelo, es una actividad totalmente inofensiva, y perfecta para que los más pequeños desarrollen su creatividad, a la vez que se divierten. Una práctica que además se borra con un poco de agua o con la lluvia.
Sin embargo, no todo el mundo lo ve así, a algunas personas les molestas, cómo es el caso de esta mujer, que se quejó a su vecina porque su hijo pintaba en el suelo del patio común de la urbanización.
La madre del pequeño autor, que no entendió las quejas de su vecina, ya que el niño no hacía daño ni molestaba a nadie, decidió darla una pequeña lección, escribiéndola una enorme carta, también con tiza, en el mismo sitio donde su hijo pintaba.
«Esta será la última vez que use tiza en el patio, ya que parece ser un gran problema para usted (y solo para usted)», empieza la carta con letras gigantes que ocupan todo el espacio disponible de la zona de juegos.
La carta continúa así; «Lamento que la diversión inofensiva que le ha traído alegría a mi niño pequeño (y que de hecho le ha ayudado a aprender todas las letras y la mayoría de los números) le cause tanta angustia que tiene que quejarse y perder el tiempo de todos cuando nuestro edificio tiene problemas reales mucho mayores», explicaba.
Después hace referencia a la pandemia, y que por este motivo no quería llevar a su hijo a lugares donde hubiera mucha gente; «aunque me encantaría llevar a mi hijo a museos y al cine, no me siento cómoda haciéndolo, a veces, incluso los parques locales están más llenos de lo que me gustaría», y añade que «el patio era un espacio seguro, pero ahora eso también tiene límites, espero que cada vez que llueva, una lluvia que hubiera borrado cualquier abecedario colorido que escribiéramos en el suelo, pienses en mí». Con estas palabras se despedía Ashley Woodfolk, la madre neoyorquina que ha arrasado con esta carta en las redes sociales, hasta el punto de alcanzar 245 mil «me gusta» en Twitter en unos días, y el apoyo de miles de usuarios que comparten su opinión.