Una escritora China, llamada Mitu, estaba a punto de terminar su novela, cuándo el procesador de texto basado en la nube que estaba utilizando para ello, WPS, le indicó que no podía volver a abrir el documento, debido a que contenía información ilegal, en un instante, todo lo que había escrito, había desaparecio.
Rápidamente la noticia se hizo viral, y salieron a la luz otros casos de usuarios a los que también les había pasado, y pronto se empezó a cuestionar si el procesador de texto infringía la privacidad, bloqueando los trabajos de los usuarios de una manera poco clara.
La queja de esta novelista desencadenó diferentes discusiones en las redes sociales Chinas sobre la censura y la responsabilidad que tienen las plataformas, «Este es un caso en el que vemos cómo pueden chocar ambos ámbitos», opina el analista de ciberpolítica y datos de China del grupo de investigación Trivium China Tom Nunlist de Beijing (China).
«Todo el contenido está en orden e incluso se puede publicar en un sitio web de literatura, pero WPS decidió que debía ser bloqueado. ¿Quién le dio el derecho de revisar los documentos privados de los usuarios y decidir qué hacer con ellos de manera arbitraria?», escribió la mujer.
Desde entonces WPS ha hecho varias declaraciones al respecto, aclarando que el Software no censura los archivos almacenados, sin embargo la explicación es vaga y ha hecho replantearse a muchos, de los 310 millones de usuario que tienen al mes, si renovar la suscripción, ya que no pueden garantizar la privacidad de sus documentos.