«Cuando me nominaron no me lo podía creer y, cuando vi que había ganado, me puse a temblar», asegura Rafael Suárez López, que logró ganar el premio más prestigioso en su disciplina, con un trabajo sobre compatibilidad electromagnética.
El joven ingeniero, Rafael Suárez, desarrolló su tesis doctoral en un centro tecnológico del País Vasco, dicha tesis trataba sobre la compatibilidad electromagnética. Después de un año de trabajo e investigación, viendo su trabajo en la empresa en la que trabajaba, decidieron enviarlo a una publicación científica. Su artículo ganó el premio más importante en su disciplina, el imposio internacional sobre compatibilidad electromagnética organizado por la EMC Society en Grand Rapids, Michigan.
«Era el primero que presentaba, y pensamos que nos lo iban a echar para atrás. Nos dijimos, simplemente, vamos a probar suerte», solo por aceptarlo ya se dio por satisfecho, ya que en principio la idea era ir un poco para conocer a gente del «mundillo».
Entonces llegó la sorpresa, dos semanas antes de la celebración del congreso, le comunicaron que estaba nominado, competía con otros 150 artículos, escritos por gente de Google, o la Nasa entre otros, por técnicos de mucho nivel, para que nos hagamos una idea el de menor nivel, provenía de una empresa de más de 10.000 empleados, por lo que ya con esta nominación estaba súper contento.
Con su primer artículo y en un primer intento, ha conseguido el premio más alto que se puede recibir en su especialidad, por lo que está muy abrumado y feliz a la vez. «Cuando me entregaron el tríptico con los premiados, vi que había ganado y me puse a temblar, estaba flipando», asegura.
Rafael, quiso agradecer a la Universidad de Oviedo por su formación como ingeniero de Telecomunicaciones, mencionando que tiene un equipo docente excelente y que sales muy preparado. «Trabajaría sin dudarlo con muchos de los compañeros que tuve en la Universidad, porque sé que hay muchísimo nivel».