Los profesores vemos una, cada día mayor, tendencia de vídeos y publicaciones de padres quejándose que sus hijos tienen deberes para casa. Y que los deberes no deberían hacerse en casa sino en el colegio.
Lo que parecen no entender estos padres «modernos» es que los deberes son MUCHO más que una tarea a hacer en casa. De hecho es lo de menos. Son una manera de acostumbrar a los alumnos a tener unos hábitos que luego van a necesitar en su vida estudiantil y laboral.
En el vídeo explicamos algunas, pero no todas. Porque en 59 segundos no da tiempo para mucho.
Entre otras las funcionalidades de los deberes son:
- Hacerles enfrentarse a problemas de manera individual. Nada sustituye al trabajo individual, y cada uno encuentra, delante de la hoja vacía, problemas que luego deben resolverse en clase, y no el día del examen.
- Es casi imposible en una clase con 30 alumnos asegurarse que todos sepan el temario. Es necesario que cada uno lo revise en casa.
- Acostumbrarles a sentarse delante de un libro durante un tiempo creciente. Parece una tontería, pero esto es algo que es mejor acostumbrarse a hacer poco a poco (5 minutos, luego diez, etc). Más hoy en día donde sus niveles de paciencia y frustración son muy reducidos y están acostumbrados a resultados inmediatos.
- Enseñarles que es mejor el trabajo diario que intentar aprenderse todo el último día. Ladrillo a ladrillo se hace un muro, cuesta menos y los resultados son mejores. De nuevo les acostumbra a realizar un trabajo hoy del que no verán resultados hasta dentro de casi un año (paciencia).
- Organización y planificación.
- Responsabilidad.
- Que toda devoción (tiempo de juego, diversión etc) implica una obligación (y en su caso es estudiar).
- Y muchos más…
Pero parece que muchos de estos padres no ven nada de esto….