Muchos habréis oído hace unos días que se han detectado las ondas gravitacionales, el último de los efectos que quedaba por detectar de las teorías de Einstein sobre el tema. ¿Por qué es importante?
Primero porque los físicos se basan en formular teorías que expliquen fenómenos, y luego comprobar que esas teorías se verifican. El (por lo que parece) comprobar que existen las ondas gravitacionales, es una confirmación más de que las teorías de Einstein eran correctas.
Segundo porque esta medición se ha hecho aquí, pero la idea es ir construyendo a partir de ahí, y aplicarlo a las observaciones astronómicas. ¿Quién sabe a dónde nos va a llevar este descubrimiento? Todo en la ciencia se construye sobre pequeños bloques («estar subido a hombros de gigantes»).
La teoría afirmaba que grandes cuerpos atronómicos deberían afectar tanto el espacio-tiempo, alrededor que deberían producir ondas gravitacionales (esa perturbación que se propaga a lo largo del espacio-tiempo). El observatorio LIGO las ha detectado con un ingenioso experimento de haces de luz (láser), que avanzan por túneles de 4 kilómetros. Normalmente estos haces coinciden, pero se ha detectado un desfase que, habiendo eliminado el resto de explicaciones, parece confirmar que es debido a las ondas gravitacionales.
Ahora toca ver de dónde proceden esas ondas. Aquí lo tenéis explicado de manera sencilla.
