Mucho se está hablando estos días de la huelga de deberes propuesta por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), en la que animan a los estudiantes a no hacer los deberes correspondientes a los fines de semana de este mes de Noviembre, y de la polémica que la idea ha desatado entre padres y profesores: ¿deberes sí o deberes no?.
Mientras que los padres opinan que la cantidad de horas que cada niño invierte en hacer deberes después de clase es demasiado, los profesores mantienen que los deberes son totalmente necesarios como refuerzo de lo aprendido en clase en el día a día (más aún cuando el sistema exige ciertos resultados) y que además este boicot perjudica su autoridad de cara a los alumnos (muy debilitada ya). Además los que los hemos hecho no lo recordamos como un trauma.
Los alumnos españoles pasan una media de 6,5 horas semanales haciendo los deberes, pero también es verdad que hacer los deberes no sólo tiene como finalidad recordar lo enseñado en clase ( ¿quién es capaz de aprender algo si no lo repite nunca?) sino que también ayuda a crear una disciplina y una organización del trabajo absolutamente necesarias a lo largo de la vida.
Afortunadamente algunas voces más coherentes proponen llegar a un término medio: deberes sí, por supuesto, pero en una medida en la que no sean una actividad que supere la capacidad del alumno y que le permita vivir su infancia plenamente.
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Sí o no a los deberes?.