Desde el año 2.013 el 2 de mayo se celebra el Día Internacional Contra el Acoso Escolar, también conocido como «bullying». Esta iniciativa surge por la necesidad de dar la importancia y la visibilidad que merece semejante «fenómeno», está promovida por un equipo internacional y multidisplinario (médicos, psicólogos, educadores, psicopedagogos, periodistas, padres de niños víctimas de acoso…) y busca ayudar a concienciar a la sociedad sobre cómo reconocer y actuar ante casos de acoso escolar, cómo ayudar a las víctimas, qué hacer con los acosadores, etc.
Solo en España, los casos de acoso se han duplicado en un año (entre 2.015 y 2.016 han crecido un 87,7%), en parte porque hay un mayor conocimiento del problema y las víctimas han tenido el valor de hacerse visibles. Pero es un problema a nivel mundial. Es preocupante que, precisamente en los centros en los que los niños deberían no solo estarse formando sino desarrollando su civismo, su educación y su manera de enfrentarse a la vida, esté ocurriendo esto.
«El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, tanto en el aula, como a través de las redes sociales», según la Asociación Española Para la Prevención del Acoso Escolar (A.E.P.A.E.). Hay varios síntomas que tanto padres como educadores pueden observar en las víctimas de acoso y que son claros indicadores de que algo está pasando: lesiones físicas, que los niños no quieran ir al colegio, descenso en el rendimiento escolar, cambios bruscos de humor, aislamiento, pérdida de confianza y de concentración…
La información que arrojan los últimos estudios refleja que casi un 14% de las víctimas son menores de 7 años y que los niños son más propensos a la violencia física mientras que el cyberbullying es más propio de las niñas.
En el Código Penal no existe ninguna falta o delito que recoja el acoso escolar como tal, pero sí hay artículos que se aplican dependiendo del caso que se esté tratando ya sea mediante la Fiscalía de Menores o la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor: internamiento del acosador dependiendo de si es mayor o menor de edad o de la gravedad de los hechos, sanciones a los centros educativos que no han detectado y detenido estos incidentes de violencia, la normativa además exige a los centros un seguimiento de la aplicación de las normas de convivencia.
También en los últimos años se han desarrollado diferentes programas educativos, campañas, charlas para padres, educadores y demás profesionales que estén involucrados en posibles casos de bullying orientadas a:
- Detectar a las víctimas de acoso y a sus acosadores
- Animar a las víctimas a confiar en padres, profesores, etc. y denunciar su situación
- Proteger a las víctimas y brindarlas la ayuda (médica, psicológica,etc.) necesaria, a corto y largo plazo
- Concienciar a los testigos de que su cooperación es fundamental para frenar la situación
- Fomentar actividades en grupo enfocadas a enfatizar la igualdad y la empatía entre compañeros
- Ejercicios de refuerzo de la autoestima y de asertividad para que las víctimas tengan las herramientas necesarias para plantar cara a la situación
- Aplicar sanciones efectivas a los acosadores
- Ayudar al acosador a cambiar de conducta
En estos dos vídeos sobre cómo prevenir el acoso escolar y cómo actuar en caso de que se produzca, Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva y Carmen Cabestany nos explican cómo afrontar el problema:
No olvidemos que en España uno de cada diez niños sufre acoso escolar, y muchos de estos casos tienen un desenlace trágico. El teléfono contra el acoso escolar está disponible para alumnos, padres, educadores y cualquier persona en general que tenga conocimiento de malos tratos en el ámbito escolar, las 24 horas del día y todos los días del año. Es un servicio atendido por profesionales, la llamada es gratuita y no deja rastro (no aparece en la factura del teléfono). El número es 900 018 018.