Tres generaciones juntas en un bote, abuelo, padre e hijo, en el momento en el que el más joven de los tres por fin va a aprender el oficio de la familia, y entonces surgen los problemas: el abuelo opina que las cosas se hacen de una manera, el padre piensa que se hacen de forma diferente y los dos pretendiendo que el más joven trabaje tal y como ellos le indican. Así empieza «La Luna», un corto de Pixar que en apenas 7 minutos nos recuerda que a los niños hay que enseñarles cómo pensar por sí mismos para encontrar su propia manera de proceder y encontrar soluciones y no simplemente decirles qué es lo que tienen que hacer. No podemos olvidar que el tiempo pasa, el mundo en el que vivimos cambia a un ritmo vertiginoso, que las diferencias generacionales existen… y hay que fomentar que los más jóvenes desarrollen las herramientas necesarias para que tengan sus propias personalides, sus métodos, sus ideas… para que aprendan a pensar.