Hay que admitir que las lenguas están vivas y cambian y evolucionan: términos y adaptaciones nuevas relacionados con avances tecnológicos, nuevas expresiones que corren como la pólvora por las redes sociales y que casi todos terminamos por utilizar… ante estas circunstancias muchas veces surge la duda sobre si estamos hablando correctamente o no. En ocasiones corregimos a alguien o utilizamos mal una palabra porque no creemos que sea apropiada, pero para nuestra sorpresa, en muchos de esos casos hasta la RAE se ha pronunciado y lo da por válido. Aquí van algunos ejemplos:
El plural de fan es… fanes y no fans. Tiene sentido: lo normal en español es que las palabras terminadas en -n formen el plural con -es. Recordad que decimos flanes y no flans, por ejemplo. Algo similar sucede en los plurales de córner, poster (de esos que cuelgan los/las fanes) y máster (muy útil en estos días saber que su plural es másteres), deberían acabar en -es al igual que cráteres. Por cierto, para los cinéfilos, en esta categoría se incluyen los óscares que se entregan en los Premios Oscar.
Una de acortamientos: profe y profa, tan válidos según la RAE como cine de cinematógrafo, micro de micrófono, depre por depresión o depresivo, frigo de frigorífico o insti de instituto, entre otros muchos aceptados en la edición del diccionario de 2001 y 2014.
Los avances tecnológicos pueden ser un quebradero de cabeza. Empezando por internet, ¿es masculino o femenino?. Para los que utilizamos internet en masculino, la internet nos chirria (además en estos casos en España optamos por el masculino y en América latina por el femenino), pero si internet es UNA red, en femenino, ¿por qué no?. Ninguna de las dos opciones sería incorrecta. En circunstancias parecidas nos encontramos con otros extranjerismos como story de Instagram o las muy de moda escape room, ¿en masculino o femenino?. Sin embargo con táblet (aunque seria más recomendable tableta) nos decantamos por el femenino la táblet.
La famosa aplicación de mensajería WhatsApp, también conocida como wasap o guasap, por lo tanto hacer uso de ella sería wasapear o guasapear. La recomendación general es que ante cualquier extranjerismo es preferible utilizar una forma propia del español o una adaptación al mismo. Por esa misma razón Twitter, retwittear, etc. en español de acuerdo a la RAE serían Tuiter, retuitear, tuiteros… Ahora nos extrañamos, pero no es diferente a convertir en champú al shampoo y a fuagrás el foie-gras, si hasta el mismísimo fútbol es una adaptación correcta de football y a nadie le sorprende.
Caraanchoa (o caranchoa), pelopincho, pecholobo, caraculo, bocachancla, batamanta, perroflauta… y un sinfín de compuestos formados por dos nombres cuyo significado sea más o menos transparente según el caso, están bien vistos por la RAE.
El problema de que algunos términos suenen a «masculino» y queramos que tengan su variante en «femenino», como miembra o el polémico portavoza. En ninguno de los dos casos parece haber una justificación gramatical para que sean aceptados, no pasa lo mismo con lideresa, que efectivamente contiene el sufijo -esa de manera correcta para convertirse en una palabra tan válida como abadesa, tigresa, duquesa o vampiresa.
Arremangar. La próxima vez que se lo oigáis a alguien mejor guardad silencio porque consta en el diccionario sin ser tildada de vulgar, equiparable a remangar.
El verbo agendar aún no está aceptado en el diccionario pero sí es un neologismo válido según la RAE, aunque suponemos que no tardará mucho en ser incluido. Está justificado morfológicamente, es un derivado bien formado de agenda y está claro que es un término cuyo uso se ha extendido hasta conseguir la aceptación.
El término bizarro ha creado controversia por una variación en su significado en los últimos años. Aunque en principio significaba valiente, al adaptarlo directamente de su uso en inglés se ha ampliado y finalmente la RAE ha terminado por admitir la acepción raro.
¿Imprimido o impreso? Ambas. Sí, lo que habéis leído. A lo mejor esta noticia alivia a muchos, porque es un participio que nos cuesta, pero para la RAE aunque impreso se utiliza desde hace más tiempo (s. XIII), imprimido está en uso desde el s.XV y no hay razones para censurarlo.
José y Jose, aunque la forma tradicional y recomendada lleva tilde en la e final, se acepta su versión sin tilde como apelativo cariñoso (lo que se llama hipocorístico).
Idos e iros como imperativos de irse, la aceptación de iros supuso una polémica que hubo que aclarar: “costó hacer entender a la gente que el imperativo de irsedebería ser íos, pero que por su escaso cuerpo fónico esta forma se rechazó y se devolvió, para rellenar, la d (de id), pero que no habría pasado nada por haber añadido una r, que es lo que parece que en los últimos tiempos han preferido los hablantes (incluidos hablantes cultos que no añaden r en otros imperativos y, aunque dicen iros, no dicen sentaros, sino sentaos)” en palabras de Juan Romeu.
El uso de hubiera por habría como un indicativo encubierto es válido, aunque no termine de sonar bien porque en ocasiones necesitaríamos utilizarlo dos veces en la misma frase: Hubiera ido a buscarte si hubiera sabido que llovía.
Aunque con alguno de estos ejemplos nos hemos quedado sorprendidos, lo que no podemos negar es que para bien o para mal la RAE parece estar en proceso de adaptación y renovación. Además, es una entidad muy activa en redes sociales y su etiqueta en Twitter ¡perdón! Tuiter, #RAEConsultas resuelve innumerables dudas de este tipo diariamente.