Sin palabras nos hemos quedado viendo a este niño de Camboya. Salik, que así se llama, trabaja vendiendo souvenirs a los turistas junto con su madre y su hermano en los alrededores del conocido templo Angkor Wat. Son muchos los niños quehacen lo mismo y que aprenden un par de frases con las que comunicarse con los turistas, pero Salik ha ido un paso más allá: con el propósito de ganar el dinero suficiente para poder ir a la escuela y así, tratando de buscar la mejor forma de vender el máximo posible y hablando con los turistas todos los días es como ha aprendido cerca de 12 idiomas diferentes, entre ellos inglés, español, chino, japonés… Sus habilidades se conocieron gracias al vídeo de una turista (que por cierto, no se queda corta en cuanto a idiomas) que se hizo viral.
Empezó a vender imanes, abanicos, etc. con 11 años hablando un solo idioma, solo tres años después era capaz de, como mínimo, contar hasta 10 en 16 lenguas, además de la fluidez con la que se puede expresar en la gran mayoría de lenguas que conoce.
Unos años después, y en otro vídeo posterior, se puede ver que aunque sigue vendiendo recuerdos a los turistas en Angkor Wat para ayudar a su familia económicamente, afortunadamente puede asistir al colegio para mejorar sus conocimientos y alcanzar su sueño de ser guía turístico en el futuro.