Se llama Greta Thunberg y tiene 15 años, es sueca, desciende de una familia de cantantes de ópera, actores, directores y hasta un Premio Nobel de Química, también tiene síndrome de Asperger, es una activista conocida y reconocida contra el cambio climático desde que el pasado mes de septiembre decidió faltar a clase todos los viernes para ir a hacer una sentada en el parlamento sueco después del verano más caluroso del país. Su iniciativa sigue en marcha, y ya son muchos en diferentes países los que se han unido, además participa en charlas TED y el pasado 14 de diciembre en la cumbre del clima de la ONU celebrada en Polonia subió al estrado a lanzar un discurso honesto, claro y directo (y duro) ante los líderes de 200 países:
Con frases tan rotundas como «No son lo suficientemente maduros como para contar las cosas como son» , «Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos», «No podemos resolver una crisis sin tratarla como una crisis» o su final «Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El verdadero poder pertenece a la gente.» dejó claro que no es cuestión de edad, sino de echarle ganas (pero de las de verdad) a buscar soluciones efectivas.