Mucho cuidado con el traductor.

Aunque no nos guste reconocerlo, todos en algún momento hemos recurrido a algún traductor online para solucionar nuestras dudas, pero cuidado, porque a veces nos salvan de un apuro pero en otras ocasiones nos pueden causar más problemas de los que nos solucionan. Y si no nos creéis, aquí os dejamos unos cuantos ejemplos:

A lo mejor quería decir que lo segundo es resultado de abusar de lo primero pero no os recomendamos que le pidáis sal al vecino en inglés utilizando esta traducción.

¡Ojalá! Poder viajar a Roma y disfrutar de su aroma…

Las traducciones del inglés al español también parecen ser problemáticas en cuanto a ortografía se refiere.

Uno de nuestros favoritos, ¿no os parece gracioso? Este incluso os dejamos que lo uséis con vuestros conocidos a modo de chiste, que queda muy resultón.

El que no oye es el traductor… las carcajadas al leer esta traducción.

¿No os parece increíble que confunda aroma con to Rome u oyó con or me y sin embargo sea capaz de identificar tu vieja con your mom? Grandes misterios sin resolver…

Ni siquiera el traductor está libre de caer en la malvada trampa de los false friends muahahahaha.

Confiar ciegamente en el traductor online puede hacer que no quede muy claro a que se dedica tu negocio. Para vuestra tranquilidad, se dieron cuenta del error y lo subsanaron, pero en internet todo queda guardado y siempre a sale a relucir en el momento menos esperado.

¿Acaso no es suficiente la ardua batalla entre los defensores de la tortilla con cebolla y los de la tortilla sin cebolla?

Pues como no nos ha quedado nada claro, llevad un paragüas por si acaso.

Y vosotros, ¿habéis sufrido alguna vez en primera persona alguna traducción automática desastrosa? Venga, ¡animaos y contádnosla en la sección de comentarios!

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