La tabla periódica más antigua del mundo, por fin restaurada.

En 2019 se cumplen 150 años del descubrimiento del Sistema Periódico por Mendeleev y por eso las Naciones Unidas proclamó (allá por 2017) este año como el Año Internacional de la Tabla Periódica de Elementos Químicos.

Para contribuir a la celebración, la Universidad de St. Andrews en Escocia ha anunciado estos días que se han finalizado los trabajos de restauración del que, a día de hoy, es el ejemplar de tabla periódica de pantalla más antiguo del mundo.

El hallazgo fue hecho en 2014 por el profesor Alan Aitken cuando estaba ordenando y clasificando el antiguo departamento de química de la citada universidad escocesa que quedó en desuso en la década de 1960. La tabla se encontraba enrollada entre otros documentos y en muy mal estado: al manipularla el papel se descascarillaba. Tras varios años de exhaustiva restauración, estudios al respecto, procesos de autentificación… se ha llegado a la conclusión de que la pieza data de 1885.

La tabla de St. Andrews está anotada en alemán, es similar a la de Mendeleev pero no idéntica. En el lado izquierdo se puede leer una inscripción alusiva a una casa de imprentas de Viena «Verlag v Lenoir & Foster, Wien», así como una mención al litógrafo que la realizó y que se sabe falleció en 1890: “Lith. von Ant. Hartinger & Sohn, Wien”. Haciendo uso de esa información y analizando qué elementos aparecen en la tabla y cuáles no, el experto en historia de la tabla periódica de la Universidad de California Eric Scerri ha podido estimar la antigüedad del pliego. Además, entre la documentación a catalogar, se ha encontrado el registro de una compra por parte del profesor de química de la universidad Thomas Purdie de una tabla periódica de 1885 en 1888.

Frente a los 118 elementos ordenados por su estructura atómica de la tabla como la conocemos hoy, esta obra única consta de 71 elementos clasificados en grupos o columnas en función de sus reacciones químicas con oxígeno e hidrógeno.

Todo un tesoro que ahora se expone en un escaparate con las condiciones climáticas óptimas para su conservación y que pueden tener el privilegio de ver los visitantes de la universidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio