El informe PISA 2018 dado a conocer estos días registra los peores resultados históricos en ciencias y un estancamiento en matemáticas, así como una brecha educativa entre el norte y el sur del país (siendo superiores los resultados de los alumnos del norte de la península que los de los alumnos del sur).
La prueba de la OCDE que valora las competencias de los alumnos de 15 años en matemáticas, ciencias y comprensión lectora cada año desde el año 2000, mide la capacidad de resolver problemas de la vida real. Según algunos expertos este tipo de prueba puede ser el motivo por el que nuestros estudiantes no obtienen mejores resultados ya que están más acostumbrados a memorizar que a desarrollar otras facetas como la capacidad crítica o razonar y entender, por ejemplo, y que tal vez es el momento de modificar el el sistema y la metodología. Se suma, además, que los examinados en esta ocasión son la primera generación que se ha formado en el contexto de recortes educativos que hemos sufrido.
En estas dos disciplinas, matemáticas y ciencias, los alumnos han quedado por debajo de la media de la OCDE de 489 puntos: 483 en ciencias (13 menos que en 2013, por ejemplo) y 481 en matemáticas (5 menos que en 2015), en comprensión lectora España queda fuera de esta edición por anomalías detectadas en la prueba. Curiosamente, los examinados de Aragón están por encima de la media española e incluso de la de los países integrantes de la OCDE con 497 puntos en matemáticas y 493 en ciencias. Con todo esto, los resultados de nuestros alumnos nos sitúan en el puesto 13 de 79, en una edición en la que ningún país parece haber sufrido cambios relevantes en sus resultados. Si nos ponemos a comparar, en matemáticas y ciencias estamos a la altura de países como Lituania, Hungría, Estados Unidos, Luxemburgo o Rusia pero en esta edición del informe los estudiantes asiáticos son los grandes ganadores.
Esta es nuestra reflexión a la vista de los resultados: