A muchos os sonará de haberlo visto en las noticias en estos meses pasados de confinamiento.
Se trata de la historia de Hermann Schreiber, el anciano enfermo de alzhéimer que tocaba la armónica durante los aplausos a los sanitarios de las ocho. Su cuidadora, Tamara Sayar, para animarle, le hizo creer que esos aplausos eran para él, por su concierto, así que cada tarde Hermann se asomaba a tocar y efectivamente, al final compartía el honor de los aplausos de sus vecinos cuando la historia se volvió viral a través de un vídeo compartido por la cuidadora.
Jordi García, del estudio de animación 23lunes fue uno de los que vió el vídeo en las noticias y rápidamente movilizó a sus compañeros de estudio para convertir la historia de Hermann en un corto animado precioso y lleno de fantasía.