Ayer despedimos al creador de Mafalda, Joaquín Salvador Lavado, conocido mundialmente como Quino, tan solo un día después de que su creación cumpliera 56 años: la primera historieta de Mafalda se publicó el 29 de septiembre de 1964.
Hijo de andaluces que tuvieron que emigrar a Argentina en los años 30 y criado en una familia humilde, comenzó su carrera como dibujante publicitario, donde de hecho nació Mafalda, como un personaje de un tira cómica publicitaria para una marca de electrodomésticos de la que también surgió su nombre. El proyecto fue descartado pero sirvió para que un año después en el periódico argentino Primera Plana hiciera su aparición estelar la niña sabia que todos conocemos.
Se convirtió en la tira cómica en español más exitosa de la historia, sus aventuras periódicas se convertirían en libros que se traducirían a más de 30 idiomas e incluso en una película de dibujos animados, hasta 1973 cuando, tras 9 años, Quino dejó de dibujar a Mafalda y su pandilla, salvo para alguna causa benéfica. Aunque no abandonó el dibujo ni su característica manera de expresar su visión del mundo.
En el ámbito personal, no olvidó sus raíces españolas y en 1990 consiguió la nacionalidad española. En 2014 recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (uno de los muchos premios en su haber), pero por entonces ya tenía problemas de salud y había dejado de dibujar en 2006. En 2017 el fallecimiento de su esposa empeoró su estado de salud y le apartó de la vida pública.