Se trata del poema «El poeta come leones en la guarida de piedra» del autor chino Zhao Yuanren. Escrito en chino clásico, en principio no debería suponer problema pero una vez que se recita… se convierte en un auténtico trabalenguas. Es un conocido ejemplo de escritura constreñida, plagado de homofonías en mandarían y bueno… mejor leed vosotros mismos cómo quedaría:
« Shī Shì shí shī shǐ »
Shíshì shīshì Shī Shì, shì shī, shì shí shí shī.
Shí shí, shì shí shī shì shì.
Shì shíshí shì shì shì shī.
Shì shí, shì Shī Shì shì shì.
Shì shì shì shí shī, shì shǐ shì, shǐ shì shí shī shìshì.
Shì shí shì shí shī shī, shì shíshì.
Shíshì shī, Shì shǐ shì shì shíshì.
Shíshì shì, Shì shǐ shì shí shì shí shī.
Shí shí, shǐ shí shì shí shī, shí shí shí shī shī.
Shì shì shì shì.
Para que no os quedéis con las ganas, os dejamos su transcripción al español:
En una guarida de piedra estaba el poeta Shi, al que le encantaba comer leones, y decidió comerse diez.
Solía ir al mercado a buscar leones.
Un día a las diez en punto, diez leones acababan de llegar al mercado.
En aquel momento, Shi también acababa de llegar al mercado.
Viendo esos diez leones, los mató con flechas.
Trajo los cadáveres de los diez leones a la guarida de piedra.
La guarida de piedra estaba húmeda. Pidió a sus siervos que la limpiaran.
Después de que la guarida de piedra fuese limpiada, intentó comerse esos diez leones.
Cuando los comió, se dio cuenta de que esos diez leones eran en realidad diez cadáveres de leones de piedra.
Intenta explicar esto.
Las lenguas y sus peculiaridades, nunca dejan de sorprendernos…