El pasado 20 de octubre falleció a los años de edad James Randi, también conocido como «El Sorprendente Randi». De origen canadiense, fue un mago, ilusionista y escritor. Comenzó su carrera como mago e ilusionista después de pasar más de un año con la pierna escayolada tras un accidente de bicicleta y se entretuvo leyendo libros al respecto, pero a partir de 1946 y gracias a toda la experiencia acumulada durante sus años de prestidigitador, mentalista y «astrólogo», decidió darle un giro a su carrera y dedicarse a desenmascarar charlatanes, exponer fraudes relacionados con la parapsicología, el ocultismo, lo sobrenatural, la homeopatía y otras pseudociencias.
Probablemente una de sus «batallas» más sonada fue contra Uri Geller, el conocido autoproclamado psíquico que doblaba cucharas, pero nomenos importante fue el caso Benveniste y la memoria del agua en 1988 donde se vio involucrada la comunidad científica. En 1966 fundó la Fundación Educativa James Randi, una organización encargada de analizar las afirmaciones paranormales en condiciones controladas de experimentación y desde la que entre 1996 y 2010 se ofrecía un premio de un millón de dólares a quien pudiera demostrar con evidencias cualquier poder o suceso paranormal.
Uun escéptico que disfrutaba de los trucos de magia, porque sabía que eran trucos.